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martes, 18 de julio de 2017

Los enemigos de la Educación en Panamá

NEGOCIO. Si en Panamá funcionara bien la educación pública, se caería un gran negocio: las escuelas y colegios particulares (de empresarios y de religiones). Lo mismo que pasa en Salud con la CSS y centros de salud (clínicas, hospitales particulares y farmacias que requieren clientes sin escapatoria...)
Si por ley, como ya es en algunos países europeos, los hijos de los ricos y políticos con cargos públicos estudiaran con los hijos pobres, todo lo malo se acabaría, generando verdadera igualdad y transparencia. 

IDIOTIZACIÓN
El problema es que los políticos y gobernantes, y los mismos empresarios, necesitan gente idiotizada  (solo vea el contenido general de los medios, gran efecto ahora unido a lo que se prefiere en las redes). Idiotizados es más fácil manipularlos, dominarlos, hacerlos consumir, llevarlos a votar... Si preguntas a la consciencia ciudadana: ¿el panameño lee? Qué responden todos... Y ¿por qué?: "no tengo tiempo, me da pereza, en verdad no entiendo, busco lo más facilito...", frases ya comunes en la boca de la gran mayoría. 

¿Por qué a las personas en redes sociales no les gusta compartir noticias de altura?

PEREZA CRÓNICA. El problema va más allá de lo que pasa en los salones de clase, incluso universitarios, donde persisten las pruebas de cierto y falso, llenar espacios, pareos o aprender todo de memoria (para olvidar pronto). Todo lo contrario a hacerlos pensar, forzarlos a analizar, proponer y actuar para resolver problemas, cuestionar a los poderosos, quienes por sus intereses garantizan buena vida a sus hijos y sus futuras generaciones (de por vida). ¿Quién tiene la solución? ¿Quiénes deben desidiotizarse? 



Palabras claves: Docencia, educadores, Educación, redes sociales, salud, escuelas, colegios, estudiantes, enseñanza, aprendizaje, Universidad de Panamá, Meduca, Panamá, desempleo.

lunes, 24 de marzo de 2014

Aquella esquina...


Eres la luz que desde niño esperé 

que surcara el cielo estrellado. 

La cárcel donde mi corazón infeliz encontró refugio encantado. 

El beso en aquella esquina que se talló en la mente, para siempre... 

La esperanza que mis ojos desearán 

en el horizonte, aún después de la muerte...


Eres el baile que nunca tuvimos, 

la foto que nunca nos tomamos;

mágica danza de vientre en el espejo, 

solo para mí, después de amar,

en mis recuerdos te contemplo perplejo, 

deseando volverte a tocar...


Ojos de sol, felina alegre, 

cabellos en jirones sobre mi mirar;

Yo atrapado, tú siempre enamorada…

Luna de mi cuarto y mis oraciones sin altar, 

a quien por intriga no supe amar...




Ojitos de sol, labios de miel, 
si ríes o lloras fiel, 
ojalá aquella esquina recuerdes
ojalá un día regreses, 
si no en esta vida, en la otra,
ojalá en esta por si no hay otra,
porque se te adora ahora,
como el lobo a la luna,
como el corcel libre a su llanura;
sé que también extrañas la ternura,
la pasión y nuestra locura,
que empezó con un beso, 
sin lujuria, ni mentira, 
una tarde… en aquella esquina.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Balboa: Un asesino según jóvenes panameños

Si Pedrarias Dávila no hubiera decapitado a Vasco Núñez de Balboa, éste hubiera terminado decapitándolo a él. 
Era una la lucha por el poder territorial y político, la primera en el Istmo (antigua Darién, Panamá) y América durante la "conquista" española (1513-1519). Algo que para nuestros días me lleva a pensar que nada ha cambiado entre políticos y gobernantes, inclusive en lo que respecta a sus acciones para con los pueblos sufridos.
Y pongo "conquista" entre comillas porque considero que es una palabra romántica, cuando en realidad los españoles no tenían nada de eso y mucho menos expresaban piropos. Es una palabra bien buscada por los escritores desde la conquista y sus sucesores, de generación en generación, incluso, de un segmento elitista nacional, para encubrir lo que en realidad fue una invasión; para los pueblos indígenas, fue el más grande genocidio.
Aunque nunca expreso mi opinión personal en cuanto a los temas que produzco y publico periodísticamente, en este caso hago una excepción. Celebrar en Panamá el "descubrimiento" del Mar del Sur (ahora Pacífico) por parte de los espeñoles, recientemente denominado a la fuerza como avistamiento, es admitir que fue buena la matanza de indígenas y el saqueo de las riquezas de estas tierras. He escuchado decir ahora que los "conquistadores" tuvieron que hacer lo que tenían que hacer, es decir, asesinar y saquear riquezas porque en aquellos tiempos era así y la naturaleza de los pueblos lo ameritaba. También, que los pueblos genuinos de estas tierras americanas se estaban matando unos con otro, un punto a todas luces discutible: ¿O entonces los civilizados vinieron a ayudarlos a extinguirse? Que se abrió la ruta de un mar a otro para el "comercio", nada de eso, los "conquistadores" lo que buscaban era el camino más corto para transportar el oro que quitaban a los indígenas y las riquezas de estas tierras.
Otros argumentan que por estos sucesos Panamá es hoy un punto central de tránsito que le da ventajas y ganancias económicas, desde lo que son los ingresos del Canal, fondos que se pregonan son distribuidos para el bien común, pero la mayoría de panameños ni lo siente, ni lo ve así porque cada día el costo de la vida va en aumento.
Celebrar, ya sea el gobierno nacional y algunos sectores, es también desconocer la bondad de la propia naturaleza que hizo geográficamente al Istmo de Panamá angosto, no los españoles, y que tarde o temprano se vería como un punto ventajoso para el tránsito mundial, sin necesidad de acabar con tantas vidas inocentes.
Por otro lado, y por fortuna, los jóvenes panameños se muestran más claros en cuanto a la identidad del panameño que algunos intelectuales que optan por decir que Balboa no fue ni héroe, ni villano, aunque se les nota que se inclinan a lo de "héroe". De hecho, delante de la cámara, hubo algunos respetados notables que se ofendieron y hasta se rehusaron contestar la pregunta BALBOA: ¿Héroe o Villano?
Les comparto hoy el especial que he producido para dar a conocer estos hechos, usando y aprovechando las ventajas de la era digital en favor de un periodismo más dinámico y para expandir el conocimiento de nuestra historia. 
EN TWITTER @laggon19
 Da un clic a la imágen y navega al pasado y presente


 

Jóvenes e intelectuales panameños 

evalúan la figura de Balboa: ¿Héroe o Villano?









Parte del especial en comics animado

viernes, 21 de junio de 2013

Una lucha por la superación y la identidad cultural


En los años de la construcción del Canal de Panamá, a principios del siglo pasado, Américo Vespucio caminó desde Guna Yala hasta la capital a buscar trabajo en la obra. Los encargados lo rechazaron por ser menor de edad, pero aquello no lo detuvo en su propósito y consiguió cambiar su acta de nacimiento para tener 18 años.
Y eso no fue lo único. Los letrados de Cedulación no entendían su verdadero nombre indígena ‘Olo...’ y mucho menos sabían escribirlo por ser demasiado largo, así que decidieron ponerle ‘Américo Vespucio’, como el navegante italiano por cuyo nombre se identificó al nuevo continente: América.

Kalinga Vespucio, una de las maestras de Ailitupu y nieta de Américo (Olo), cuenta que desde otrora ese ha sido uno de los grandes obstáculos de los nacidos en Guna Yala: La falta de entendimiento de su cultura y el desconocimiento del dialecto de ellos, paralelo a lo difícil que les resulta el idioma español. Esto es lo que ha causado que los niños y adolescentes de su pueblo fracasen en sus estudios cuando van a la capital. Ella y su compañera, Rita Montero, explicaron que sin embargo en la actualidad hay avances. Gracias al Congreso Guna Yala (líderes locales) y los miembros del grupo Educación Intercultural Bilingüe de la comarca, se ha logrado hacer entender esta barrera del lenguaje a las autoridades. Por ello, el Ministerio de Educación ahora incluye la enseñanza de los dos abecedarios en las escuelas de las islas, el guna y el español, y sus diferencias; a la vez que en la capital, los docentes están claros de por qué los estudiantes de esta región no logran pronunciar las consonantes fuertes del español.
El dialecto guna solo tiene las letras: A, B, D, E, G, I, L, M, N, O, R, S, U, W, Y, explica la maestra. De tal modo que para decir ‘cheque’, pronuncian ‘seque’. Se ha logrado cambiar, por ejemplo, que se llame a la comarca Guna Yala, y no ‘Kuna Yala’, mal escrito por los waga (latinos, capitalinos). Guna Yala es: El pueblo y sus montañas, el indígena en su tierra. 

Lea la historia completa: Santiago Gallardo, el renacer de la esperanza en Ailitupu


 

martes, 4 de junio de 2013

No imagino a mi hijo con un periódico bajo el brazo

Antes, los ciudadanos solo buscaban las noticias en el puesto de venta de periódicos, la calle o sintonizando el canal y la emisora favorita. Hoy, estamos en la era en que las noticias llegan directamente a los bolsillos y carterones de los usuarios de una serie de dispositivos inalámbricos.

Y es por eso que actualmente los medios de comunicación social tradicional (radio, televisoras y diarios) protagonizan los envíos de alertas noticiosas a los usuarios de celulares, correos electrónicos, computadores y tablets. Todos con el afán de competir y ser los primeros en actualizaciones. Si bien esto todavía no les genera grandes ganancias monetarias directas, sumar seguidores es una batalla importante entre los medios frente al abrumador volumen de información que se genera al instante en las redes sociales digitales, por cierto, también la nueva trinchera de los políticos.

En lo personal, no veo a mi hijo (13 años), o a los hijos de mi hijo, comprando a los 20 un periódico, ni llevarlo debajo del brazo.



Algunos medios nacionales ya se han convencido de que deben estar con y en la cibertecnología, subirse a su rueda que no parará de avanzar, para poder seguir adelante.

 Otros aún no creen en el final de Noé, o simplemente no aceptan la evolución total a lo digital, principalmente los diarios. Y es en esta realidad que se enmarca el periodismo de la actualidad, en la inmediatez, la instantaneidad cibernética, aunque igualmente considero que siempre se impondrá la necesidad de información profunda y seria.

En cuanto a la noticia, los medios compiten por ser el primero en decir algo que acaba de pasar, divulgar un video de algún incendio o protesta, repetir lo que alguien del gobierno o personalidad pública escribió en las redes. 
 Pero la inmediatez también es peligrosa para el periodismo. No en vano se suele ver despachos de TV en vivo en los que un reportero repite muletillas o frases una y otra vez, sin informar casi nada. Repetir y más adelante repetir se convirtió en rutina. 
Incluso, en las versiones digitales de diarios, televisoras y emisoras tradicionales es común que algunos reescriban lo mismo que otro publicó, casi que con las mismas palabras, anunciando que en minutos será ampliada la nota.

Lo anterior exige una mayor preparación al periodista y voluntad de los dueños de medios para invertir en mejores reportajes, crónicas, investigaciones, artículos de opinión y análisis. También para que su personal domine las herramientas tecnológicas que potenciarán los contenidos editoriales en el internet. De esto dependerá la calidad y efectividad de los mismos.

Tomando en cuenta las palabras de Ignacio Ramonet, estoy seguro que el periodista como tal – intermediario entre el hecho, el medio y la audiencia –, no se extinguirá, siempre y cuando sepa potenciar los géneros periodísticos usando los formatos multimedias, solo hay que aprovecharlos en bien del oficio y la sociedad. Solo quedará sepultado el diario y el periodista que no vislumbre la producción digital de los géneros periodísticos.

Si viajáramos al pasado veríamos con claridad que estos cambios y retos no son nuevos, lo nuevo son las herramientas tecnológicas digitales. En la época Medieval los reyes y pueblos debían esperar días a que llegara un heraldo a caballo con información de otros reinos, o en lado opuesto, enviar su mensajero para que diera a conocer las buenas y malas nuevas y esperarlo con las respuestas. Luego, con la imprenta, la actividad de hacer noticias ganó un empujón que hizo posible la emisión de información diariamente, igual que otras tecnologías dieron competencia informativa con la aparición de la radio y la televisión.

Ahora, con el internet, el periodismo convencional tiene enfrente una puerta dimensional que ha vencido la distancia y el tiempo de comunicación con distintas audiencias en el país y exterior; definitivamente un desafío para un oficio en el que equivocarse es casi imperdonable y cuesta credibilidad.

Ya no vemos al heraldo en caballo y las rotativas van por el mismo camino, al menos en lo que es hacer periódicos, pero la información veraz sigue siendo vital.
Todo el mundo quiere saber la verdad, no verdades a medias, ni informes dudosos e incompletos, ni especulaciones. Y cuando ya se ha confirmado un hecho, resulta que la audiencia exige mayores detalles de inmediato, algo que para los diarios está siendo un tormento y presagia que, en pocos años, ya no será opción salir mañana en papel con lo mismo que todos supieron hoy, sino salir hoy con todo, y ese hoy está en abordar el transbordador del internet.

Ahora, ante esta vorágine informativa instantánea que puede enloquecer a cualquiera, imagine por un momento a 100 mil personas suscritas recibiendo información periodística investigada y de calidad, solo por un dólar al mes. Después de todo, la información, nunca dejará de ser un negocio.

Entrada de La Estrella de Panamá (fundado en 1849), vieja Linotipia (i) 
y expendedora de diarios (d). Foto Laggon19.

viernes, 17 de mayo de 2013

Modos de ser de la mayoría de panameños


Una señora lee temprano un diario en la estación de gasolina de La Cresta, centro capitalino. Foto Laggon19/mayo 2013.
En Panamá se sabe que la cultura es diversa debido a la influencia autóctona y del exterior que data desde la época colonial, pasando por lo que dejaron los españoles al conquistar el territorio, en contra de la voluntad indígena, las costumbres de los africanos traídos por los colonizadores, los chinos que llegaron durante la construcción del Canal, los estadounidenses y posteriormente grupos árabes e hindú, entre otros.
Tomando en cuenta esta variedad de razas y costumbres, es importante considerar algunos ejemplos del comportamientos no adecuados del panameño/a que sería bueno empezar a cambiar:
  • Es dado al oportunismo (todos le llaman 'juega vivo'). Por ejemplo: Evita hacer filas en cualquier parte, no quiere ser el último; le cuesta esperar, aún si fue quien llegó tarde. El panameño que conduce un taxi acostumbra a decir 'no voy' a los nacionales que viajan lejos o a donde no le conviene, pero si es un turista lo lleva al fin del mundo y le exgera las tarifas. Si es funcionario público, cierra ventanilla de pagos 15 minutos  antes de su salida, en el mejor de los casos, y en el peor, 30 minutos antes. En los estacionamientos, el 'bien cuidao' de los indigentes y desempleados es obligatorio y también es objeto de aumentos.
  • En cuanto a sus finanzas, el panameño pide prestado para gastar. Ahorrar de su sueldo, así sea un dólar cada vez que cobra, no es su meta.
  • Juega lotería religiosamente y muchos en los casinos, aunque nunca ganen nada. Y si ganan, igual vuelven a apostarlo para perder.
  • No es necesario ser pudiente para gastar ostentosamente (hasta lo que no tiene) para aparentar y lograr aceptación.
  • Cree en las ofertas, sin leer los contratos de crédito al detalle, y mucho menos las letras pequeñas.
  • La puntualidad es poco valiosa, por lo que planificar le cuesta trabajo.
  • Busca tener primero el último modelo de auto o vivir en una residencial, en vez de invertir primero en un negocio que le de para lo anterior.
  • No se siente ni español, ni indígena, ni mestizo, ni anglosajón, pero le gusta seguir la moda que ve en la publicidad. 
  • Es común que porte dos celulares de lujo y varias facturas por pagar en la cartera. 
  • Toma en cuenta más el valor del puesto que el valor de la persona que lo ocupa.
     En lo religioso, cree fielmente en Dios, pero quizás no ayude a su prójimo. De hecho, es Dios quien tiene que resolverle a él y a los demás. 
    Y en lo político, si es el candidato, suele hacer promesas así sean imposibles. Si es el elector, puede darle el voto al candidato que le prometió un trabajo, y si no, entonces vota por cualquiera, aunque el país siga con los mismos problemas.
    El panameño/a siempre guarda la esperanza de un mejor mañana a pesar de los problemas y dificultades. Foto Laggon19
     

martes, 14 de mayo de 2013

El reto del periodismo en la sociedad de la información

Juan Equis, empresario exitoso que desayuna en Madrid y por la tarde se encuentra en Londres para una reunión de negocios, no tiene problemas para informarse. Al día siguiente puede encuentrarse en el aeropuerto de Atlanta, Estados Unidos para otro proyecto y en la espera de su vuelo, como todos los días, antes de empezar su faena, al mediodía, tarde o noche, lee el diario El Mundo y El País, el The New York Times o el The Washington Post.
Juan pasa delicadamente con la punta de su dedo índice las páginas para enterarse de todo. Pero ya no son páginas de papel periódico como antes, sino las páginas digitales que fielmente simula su tableta computarizada que lo conecta en cualquier parte de la esfera mundial donde esté. En su celular recibe las alertas y síntesis de los hechos que le interesan.
De esta manera tiene a la mano no solo información escrita, imágenes y comentarios, también accede a vídeos de eventos, a infografías animadas del último gol glorioso del Real o de cómo ocurrió la última masacre escolar en EEUU y hasta puede agregar su propio comentario para que otros lectores conozcan su opinión. Si a Juan no le es suficiente, puede también entrar directo desde su tablet a CNN o a alguna cadena de noticias de Japón.
Este es el periodismo de hoy. Su mayor mayor reto es estar a la mano de la audiencia en cualquier parte del mundo que ésta se encuentre y a la vez mantenerse con información veraz ante la abundacia de material informativo instantáneo, lo cual ya no es único de la radio y la televisión, e incluso de los diarios digitales en internet, sino también de las redes sociales y portales digitales en las que interactúan los propios ciudadanos.
“Ahora, tener una gran red social no es condición que por sí misma te haga periodista o profesional de la comunicación, porque a ello se suman otros requisitos, cuya base es una ética que deslinde de cualquier injerencia política o económica”, escribe Andreu Casero, titular del departamento de Ciencias de la Comunicación de la Universitat Jaume I, con motivo del foro en España: Los retos del periodismo del siglo XXI.
Desde su óptica, Casero indica que “al final de este evento se dio una conclusión: sólo quedarán dos clases de periodismo, el de la inmediatez y el de la reflexión. El que compite contra el tiempo y el que se hace su aliado para propiciar espacios que permitan que los lectores además de informarse, encuentren nuevas formas de participar en la vida pública, generar debates en torno a temas trascendentes para el bien común”.
No obstante, el observatorio de medios Fucatel cita en su portal que recientemente en Perú se realizó el evento Café&Periodismo – Un evento mensual abierto a todo el que crea que tiene algo que decir en el panorama cambiante de los medios, así como debatir hacia dónde avanzan sus profesionales, en el cual convocó a un grupo de profesionales de la prensa a debatir sobre los desafíos del periodismo actual–. En esta actividad se concluyó que los desafíos del periodismo actual son: Superar el discurso basado en la tecnología de información, ir más allá de los modelos de negocio, recuperar los fundamentos del periodismo, retomar las funciones del periodista, evaluar si los medios de comunicación nuevos son realmente sólidos, diferenciar unos medios de otros y tener mucho cuidado con la inmediatez.
De manera sencilla, los medios de comunicación social tienen que adecuar sus plataformas informativas a la inmediatez y a la vez diferenciarse de la “mucha información” con la imparcialidad y credibilidad de sus contenidos editoriales. Al mismo tiempo tienen aún como desafío ir más allá con la reflexión de los hechos para el discernimiento de la audiencia. Una audiencia que cada día está más conectada a la tecnología y que depende de la tecnología como si fuese un cordón umbilical. Esos niños y jóvenes que nacieron y crecieron en la revolución digital. Una audiencia que ya no está en un solo país, sino en un mundo sin fronteras donde la información está disponible a todas horas. De hecho, hasta éste mismo artículo se nutre de conclusiones y opiniones surgidas, en los últimos años, en otros países en torno a los retos del periodismo ante la sociedad de la información.
Da un vistazo a este fotoreportaje sobre los Medios de Comunicación Social en Panamá
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lunes, 6 de mayo de 2013

Retrospectiva de las nuevas tecnologías en los medios panameños II


 



Poco después, en 1998, empezarían a verse los primeros celulares en las manos de empresarios, ejecutivos y algunos periodistas. Éstos se posicionaron rápidamente en el mercado panameño y se hicieron más necesarios en la vida y faena de cualquier persona, el preámbulo de una batalla entre empresas por ganar la mayor cantidad de clientes.

En estos años, diarios nacionales como Panamá América y La Prensa ensayaban versiones digitales de sus ediciones diarias en la web. Enfrentaban, por ejemplo, problemas de diseño para las notas y de mejor tamaño para las fotos, las cuales solían ser muy pequeñas debido al peso que significaban electrónicamente.

En lo que respecta a información y bibliografía sobre la novedad del internet en Panamá y el mundo, igualmente había dificultades.

En 1999 yo terminaba mi tesis de Periodismo, La versión en Internet del diario Panamá América: El periódico del futuro1, y precisamente era un reto lograr material académico para sustentarla. Salvo algunas revistas especializadas que rebusqué en las bibliotecas de la Universidad Tecnológica, donde por suerte laboraba, y algunos libros – más que todo técnicos – era escasa la bibliografía existente y tuve que apoyarme con algunos libros que traje de Valencia, España, donde hice estudios como becario de intercambio.

No obstante, a principios del año 2000, las salas de redacción panameñas, no solo estaban totalmente computarizadas, con alguna que otra Olimpia arrumbada en una esquina que a veces utilizaba algún veterano resistiendo el tiempo, sino que también agregaron la conexión a internet, al servicio de los periodistas.

Pronto los correos electrónicos personales tomarían lugar debajo de los nombres de los periodistas en las noticias, a bien de recibir mensajería directa de los lectores.

La revolución digital en los medios de comunicación social ya no era cosa del futuro.

Inclusive, en pocos años la popularidad de algunas redes sociales y lo que en ella se postea, como es el caso de comentarios de autoridades gubernamentales, religiosas o figuras políticas, ha tomado espacio significativo en las páginas de los diarios, revistas, segmentos en la televisión y en las emisoras radiales.

Ahora los propios ciudadanos igualmente participan de manera directa a través de estas redes, interactuando a favor o en contra de lo que ocurre local e internacionalmente, algo que desde el inicio del periodismo solo era posible mediante el envío de cartas postales que no tenían como garantía una respuesta del periodista –y menos que fuera publicada–, tampoco de la autoridad o de figuras públicas, según el caso.
1 González González, Luis Alberto, El diario Panamá América en su versión electrónica en la internet: El periódico del futuro. Panamá, Universidad de Panamá, Facultad de Comunicación Social-Periodismo, 1999, trabajo de grado.