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jueves, 20 de junio de 2019

¿Alguién te espía? Trucos rápidos para saber si tu celular está pinchado


Está de moda la palabra pinchazos y por algo es tema de noticias y hasta procesos judiciales, aunque no hay que tener alto perfil para ser objeto de esta acción, pues cualquiera puede ser víctima. Tu esposa o esposo, pareja sentimental, algún enemigo irracional e incluso la empresa donde trabajas puede tener interés en lo que hablas y haces con tu celular.
Y, para quienes aún no saben o no les preocupa, el pinchar un celular no quiere de un hacker, cualquiera puede hacerlo (oculto) y basta, por ejemplo, descargar alguna de las aplicaciones disponibles para hacerlo.
De hecho, si tienes un celular que te ha regalado tu pareja, alguna amistad, o te han dado en tu trabajo para tus labores, ten en cuenta que puede estar "pinchado" con alguna de esas aplicaciones ocultas.
Para darte un poco más de lo que puede hacer tu pareja sentimental (si quisiera hacerlo y se informara sobre cómo), o tu jefes del trabajo, o cualquiera, estos hasta pueden saber dónde te encuentras en este momento. 
En fin, si pinchar es fácil (con o sin autorización legal) también es sencillo averiguar si alguien te espía, aunque esta es la parte que el lado oscuro no quiere que sepas. 

Entonces el primer truco antipinches es el siguiente: marca en tu celular *#62#, y tú mismo descubrirás si hay o no espías, es decir, el número de teléfono no deseado. No obstante, por lo general debe salirte el número de tu operador de servicio el cual es reconocible o puedes pedirle información a la compañía.

Pero si no estás seguro, el segundo truco te revelará si hay algún tipo de desvíos de llamadas o datos. Marca *#21# y debe salir inmediatamente si hay o no desvíos en cualquiera de las formas de comunicación de móvil, incluido mensajes.

Si detectas algo extraño, en este caso algún desvío, marca ##002#, este el código universal para desactivar desvíos (no funciona con todo los países pero por regla sí con el tuyo), y sirve también para cuando viajas y usas roaming y deseas evitar el cobro por llamadas que caen al correo de voz.

El cuarto truco es uno que todos deben saber y tener a mano por casos de pérdida del celular o robo, saber el código IMEI, este es como el número de cédula nuestro, la identidad del aparato. Solo debes marcar *#06 y de forma remota puedes desactivar todas las funciones del celular en caso de estar intervenido o perdido.

El quinto truco es más bien un consejo y se relaciona a lo anterior sobre las parejas sentimentales y los lugares de trabajo, quienes pueden darte un celular, el cual de antemano ha sido preparado con alguna app espía que nunca podrás ver pero que permite al interezado(a) saber todo lo que hagas con ese móvil.

Así como hay aplicaciones para espiar, también hay para la ubicación de una persona mediante la comunicación de su celular. La diferencia es que no es necesario regalar o suministrar un celular a tu esposo, empleado, amigo... Hay formas de saber la ubicación y, claro, pudiera meter en líos su uso indebido. Es lo mismo que hacen las autoridades para rastrear, ubicar personas perdidas y dar seguimientos. Por ejemplo, mediante la aplicación G-Net Track Lite puedes con un poco de conocimiento (o viendo un buen tutorial) saber el lugar de la antena (torre de transmisión) que el celular de esa persona está usando para comunicarse y si luego se mueve a nuevas zonas. Consiste en la triangulación de las antenas, así que comunicándose con el celular en cuestión, o esperando que se comunique con quien sea, es ubicado. De esta forma el interesado(a) puede saber si estas en tu trabajo en Albrook o en algún punto desconocido de "las aguas turbulentas" de la vía Transístima.

Sin embargo, por tratarse de algo más oscuro tal vez explique en la siguiente publicación Por ahora es suficiente con los trucos que espero ayuden al conocimiento general, por si ¿alguién los espía?





jueves, 21 de febrero de 2019

Presidenciales 2019: Prometo cumplir, ¡créanme!


El primer “debate” de los candidatos presidenciales, realizado y transmitido anoche a nivel nacional, bajo la  organización de la Universidad de Panamá y el Tribunal Electoral, parece no haber llenado las expectativas de la población, en cuanto a propuestas convincentes, según el torbellino de reacciones divulgadas por usuarios de las distintas redes sociales y lo que se dice en las calles. 


Para muchos, más que un debate fue un encuentro con miras a sondear lo que trae cada candidato, ya sea partidista o independiente, y a su vez, el calentamiento de éstos para soltarse los nervios y las lenguas (y también amarrarsela para no meter la pata o porque callados se “ven más bonit@s”).

Sin embargo, el punto positivo del evento fue lo que se percibe ocurrió frente a las pantallas de los hogares: el interés de gran cantidad de personas, y en especial de jóvenes preocupados por su futuro y por un mejor Panamá. Por mis hijos, quienes se sentaron voluntarios a escuchar conmigo a los candidatos, y por las amistades de ellos que cruzaban comentarios a través de las conexiones inálambricas, lo percibo así. 

¿Y por qué los jóvenes están más preocupados? Me atrevo a decir, por lo que converso y escucho a diario, que uno de los motivos es la falta de empleos para ellos; puestos de trabajo que vayan más allá de los tres o seis meses de contrato (si consiguen uno... pues sobran quienes ni con estudios logran conseguir de lo estudiado y por ende mejorar su calidad de vida).
Otro motivo poderoso, no menos importante, es el efecto perpetuo que han tenido en los últimos años los escándalos de corrupción y la falta de justicia en todos los niveles. En otras palabras, la gran cantidad de electores, y de jóvenes preocupados, no comerá cuentos en este 2019; y ya están exigiendo verdadero compromiso con el país a quienes se disputan la silla presidencial y los cargos de elección.


En este primer “debate” se evidenció que los candidatos, incluso independientes, serán calificados y preferidos o no, a partir de sus trayectorias y sus propuestas.

Pero se ha dicho tantas veces, por ejemplo, que se va a resolver la crisis criminal de la Caja de Seguro Social, o la Educación (entiéndase la Educación Pública que otra vez sin iniciar clases presenta las mismas incapacidades), que ya suena a mentira cualquier promesa o muy pocos caen en las gastadas estrategias de campañas, así sean algunas buenas. Incluso, se nota en las caras de varios candidatos/as que al prometer lo mismo sienten que nadie les cree. 

Es evidente que el discurso político no debe rayar ni quedarse en las culpas, sino ir más allá de lo pasado y de las promesas vacías y plantear cómo se hará para salir del actual atolladero, distribuyendo realmente las riquezas, oportunidades y beneficios en igualdad. Ya no sirve mentir, ni hablar por hablar y menos desacreditar; es mejor decir la verdad, reconocer errores, actuar por el bien común.

Eso significa que los aspirantes presidenciales tendrán que amarrarse los pantalones o las faldas si desean convencer, es decir, lograr CREDIBILIDAD, a bien de conseguir mantener o mejorar sus niveles de aceptación popular, y luego, cumplirle a la población, sin recaer tanto, o usar como estrategia el culpar y culpar a otros, en vez de plantear las fórmulas, porque  hoy es el presente, y el futuro es mañana.

Otros temas: Los enemigos de la Educación en Panamá


martes, 18 de julio de 2017

Los enemigos de la Educación en Panamá

NEGOCIO. Si en Panamá funcionara bien la educación pública, se caería un gran negocio: las escuelas y colegios particulares (de empresarios y de religiones). Lo mismo que pasa en Salud con la CSS y centros de salud (clínicas, hospitales particulares y farmacias que requieren clientes sin escapatoria...)
Si por ley, como ya es en algunos países europeos, los hijos de los ricos y políticos con cargos públicos estudiaran con los hijos pobres, todo lo malo se acabaría, generando verdadera igualdad y transparencia. 

IDIOTIZACIÓN
El problema es que los políticos y gobernantes, y los mismos empresarios, necesitan gente idiotizada  (solo vea el contenido general de los medios, gran efecto ahora unido a lo que se prefiere en las redes). Idiotizados es más fácil manipularlos, dominarlos, hacerlos consumir, llevarlos a votar... Si preguntas a la consciencia ciudadana: ¿el panameño lee? Qué responden todos... Y ¿por qué?: "no tengo tiempo, me da pereza, en verdad no entiendo, busco lo más facilito...", frases ya comunes en la boca de la gran mayoría. 

¿Por qué a las personas en redes sociales no les gusta compartir noticias de altura?

PEREZA CRÓNICA. El problema va más allá de lo que pasa en los salones de clase, incluso universitarios, donde persisten las pruebas de cierto y falso, llenar espacios, pareos o aprender todo de memoria (para olvidar pronto). Todo lo contrario a hacerlos pensar, forzarlos a analizar, proponer y actuar para resolver problemas, cuestionar a los poderosos, quienes por sus intereses garantizan buena vida a sus hijos y sus futuras generaciones (de por vida). ¿Quién tiene la solución? ¿Quiénes deben desidiotizarse? 



Palabras claves: Docencia, educadores, Educación, redes sociales, salud, escuelas, colegios, estudiantes, enseñanza, aprendizaje, Universidad de Panamá, Meduca, Panamá, desempleo.

viernes, 11 de septiembre de 2015

El país que se encoge… Progreso con efectos a la inversa

Imágenes de redes sociales demuestran el impacto de las lluvias en pleno centro capitalino.

Antes las casas urbanizadas —no de lujo— se vendían con más patio, mejores cuartos y espacios, hechas con materiales de calidad resistente, y sobre todo, a mejores precios. Hoy, los vecinos de al lado pueden oír lo que susurras a la almohada, no tienen patio ni para un papo y son carísimas. Ni hablar de los apartamentos. ¡Ah! Y de paso cuando llueve las calles se convierten en piscinas, lagos, ríos… Pero ninguno de los gobiernos da una solución real debido a sus millonarios intereses.

Antes el cartón de leche o bebida más pequeño, las galletas o el pan, se veían grandes en la palma de la mano, y sobre todo, costaban menos. Hoy se ven pequeñitos y cuestan mucho más.

Antes un libro escolar pasaba por las manos de varios hermanos y costaba unos balboas, y la gente decía buenos días, buenas tardes. Hoy solo pasan por una mano, pueden costar un ojo y cada año los de matemáticas, por ejemplo, incluyen “nuevas ecuaciones”. Los de español e inglés “nuevas gramáticas y verbos to-be”. Los de historia, bueno esos si acaso mencionan la “invasión-intervención” de 1989; igual, poca gente saluda al subir un autobús ¿Y para qué? Incluso, la mayoría cuando camina pareciera andar con “GPS” cerebral, solo miran la pantallita celular y los oídos están tapados con audífonos.

Por eso, antes, con menos progreso, la mayoría de familias tenían como características tres, cuatro, cincos, seis hijos. Y en generaciones atrás hasta 10 y 20. Hoy, con tantos avances y crecimiento, las parejas pulsean uno, tal vez dos, estás loco si el tercer espermatozoide rompe la cuenta. No importa, en definitiva, si hemos aumentando en número durante la última década, el Censo Nacional podría volver a contar que somos menos, y quizá los locos vuelven a ser más, todo es posible, total ahora vivimos la era "ñamista".


Así es esta ciudad donde florecen rascacielos vacíos, donde los guetos se mezclan intrusos sobreviviendo a los cambios. Así este país, donde el crecimiento progresista demuestra efectos contrarios a lo que espera la población, mientras quienes controlan los poderes políticos y económicos amasan fortunas en detrimento de la clase profesional y trabajadora se mire por donde se mire sin control ni justicia social.
Un país que encoge sus hombros, aunque eso no significa que no habrá un final.

No es sorpresa, cada año las inundaciones ganan grandes titulares, mas no una solución al problema.

lunes, 3 de agosto de 2015

Incendio con lacrimógenas -2008, antecedente clave en caso de menores quemados


Dos años y siete meses antes del infierno en la celda 6 del Centro de Cumplimiento de Tocumen, donde murieron quemados cinco menores y dos lograron sobrevivir tras días hospitalizados, se registró otro incendio inusual y, casi trágico.


Ocurrió en el edificio Las Gemelas, contiguo al Instituto Nacional. Apenas quedó envuelto en humo dentro de los apartamentos el pánico se apoderó de los inquilinos.


En las calles, detonaciones de bombas lacrimógenas arremetían contra una lluvia de piedras y palos lanzados por estudiantes en estampida.Empujadas por la confusión y el ahogo, en la azotea unas mujeres huían con bebés en los brazos, varios niños corrían detrás solos, igual que ancianos y algunos hombres. Cruzaban a la azotea de otro inmueble gracias a la estrechura urbana. Entre las escenas un osado padre abrió lo que pudo sus piernas para puentear la brecha y tomó a su nene estirado por la madre para ponerlo a salvo; la mujer se arriesgó a brincar sin ayuda. Ninguno sabía que una niña estaba atrapada. Otras personas salieron despavoridas por la puerta principal del edificio, de pronto, entre cañonazos de agua, según mostraron después los telediarios.


Aquella mañana del 2 de junio de 2008, estudiantes del Instituto Nacional protestaban cerrando la Avenida de Los Mártires porque al plantel se le habían colocado cámaras de vigilancia y porque además exigían la destitución de un alto funcionario de Educación — exestudiante y dirigente juvenil del plantel— que había hecho declaraciones que consideraron ofensivas.


Al Nido de Águilas la historia le enmarca uno de los méritos estudiantiles más sobresalientes: la lucha heroica del 9 de enero de 1964, cuando los estudiantes penetraron la Zona del Canal ocupada por Estados Unidos, demandaron la colocación de la Bandera Nacional y se enfrentaron hasta con militares estadounidenses…


Que el director de Asuntos Estudiantiles del Ministerio de Educación dijera que allí algunas alumnas comerciaban sexualmente con sus cuerpos, reclutadas aparentemente por una proxeneta, sin tener pruebas, no lo permitirían los institutores. 


Salieron a exigir respeto bloqueando la avenida y los policías antimotines irrumpieron para despejar la vía con lacrimógenas que caían también entre los edificios.


Las batallas antimotines-estudiantes y bomberos-incendio tomaron tiempo.


Los camisas rojas lograron subir al apartamento B5 de donde salían las llamas, encontrando algo sorprendente. Se encontraba allí escondida una niña de cuatro años. 


Llegada la calma, los investigadores del Cuerpo de Bomberos inspeccionaron el apartamento para averiguar la causa del incendio. Todo se quemó dentro del B5, pero sin víctimas ni heridos. 


Cerca de la ventana, donde habían unas cortinas, se halló el envase de una de las lacrimógenas. Pocos se enteraron del rescate de la menor, y del propio incendio, debido a que los medios se concentraron en las acusaciones de la protesta.


Los informes finales de la investigación concluyeron que estos artefactos no pueden lanzarse a sitios cerrados, por lo que la Policía Nacional, admitiendo la falla, tuvo que pagar una indemnización de 25 mil dólares a los dueños del apartamento.



Publicado el 21 de diciembre de 2011 
en el diario La Estrella de Panamá. 
Serie La tragedia de los menores quemados,
 cuatro entregas a dos páginas.

Lea también:


martes, 7 de julio de 2015

Los periodistas y su exterminador en la era digital

@laggon19

Importante para todos, especialmente periodistas. Acá en nuestros medios digitales panameños estamos fijos a la noticia inmediata y de pobre contenido, a menudo repetitivas de lo que dice alguién y un mismo ángulo para sumar clics. Hasta allí. 

Mientras, la prensa de papel agoniza porque todo es "periódico de ayer" y el reporterismo no aspira a los géneros de profundidad (por varias razones). 

En la TV se vive del sensacionalismo, la repetición y la manipulación con "caras, sabor y color " político descarado. 

Todo esto sin dejar de lado los errores de redacción, ortografía y palabras o frases mal dichas. Actualmente se escucha decir por ahí "yo me informo con las redes sociales, ¿para qué entrar a los sitios web informativos?

Hace años, los que trabajamos periodismo escrito y llegábamos a editor, entendimos que una noticia podía hacerla una secretaria, un niño o una máquina programada para llenar los espacios del qué, cuándo, quién, dónde y cómo, inclusive el porqué. 

En medios españoles hace años la robótica arma noticias para ocuparse los periodistas de hacer otros géneros de profundidad, como reportajes analíticos, crónicas, investigaciones. 

Ciertamente sobrevivirá el periodista que promulgue contenidos editoriales profundos y multimedia. Y permanecerán los medios que vayan más allá de la "inmediaestupidez", haciendo pausas para la profundidad en su oferta editorial.

Todo lo demás ya lo hacen los usuarios de Internet al compartir lo que quieren, cuando y donde quieran. También lo hacen los programas robots, esos mismos que te envían felicitaciones de cumpleaños o te recuerdan quién cumplirá. Te ayudan a buscar información en la web y hasta te dicen quién es ese tuiter@ que quizá conoces o es el más popular en tu red.

Les comparto mi Proyecto de Intervención e investigación para el título de magister en Periodismo Digital: La Carencia de los Géneros Periodísticos de Profundidad en el Diario EstrellaOnline Frente a la Noticia Inmediata. Modelo Para Potenciar la Información Multimedia.

Más en ¿Periodistas reemplazados por robots?


@laggon19


lunes, 9 de marzo de 2015

El futuro de los diarios impresos



Tratar el tema no solo sustenta la urgencia de ajustar la variedad de géneros periodísticos al entorno digital, más allá de la noticia simple, sino que también dimensiona la cantidad creciente de artículos y entrevistas publicadas sobre las opiniones y vaticinios de reconocidos actores del periodismo, la mayoría cada vez más convencidos de la “mala noticia”.

 En 20 años no habrá más periódicos impresos. Si lo hacen, tal vez serán considerados un artículo de lujo en algunos hoteles”, sentencia Jeff Bezos según una entrevista dada a la revista Berliner Zeitung de Alemania, la cual cita una publicación del diario La Prensa en Panamá (El periodismo se juega su futuro en la era digital, 2014).

Irónicamente el artículo de este reconocido diario impreso nacional se inicia con una entrada breve que al analizarla admite la incompetencia del papel periódico: “Con Internet y la explosión de redes sociales, la prensa impresa se ha quedado pequeña”. Su texto destaca la creencia equivocada de que cuando Bezos, magnate millonario de Amazon, adquirió el legionario diario The Washington Post, muchos pensaron que pronto encontraría la fórmula para cambiar el futuro de los diarios impresos y hacer rentables las ediciones web. Mas su visión subraya la desaparición de los periódicos y que la lectura será a través de las tabletas digitales.

Por su parte, Gumersindo Lafuente, considerado en España el precursor del periodismo digital de habla hispana por impulsar las versiones digitales de El País y El Mundo ––director de elmundo.es–– y crear el sitio informativo soitu.com, piensa igual que Bezos, aunque sin bajar la guardia. Prevé el cambio supremo a lo digital, pero solamente sobrevivirá la marca [nombre del diario impreso], siempre que se mantenga la credibilidad y se siga siendo útil a la comunidad (Diario La Prensa, 2014):

“Si hay un futuro para el periodismo y para los periodistas, es digital... Sí tenemos la intuición de que el papel de los periodistas seguirá siendo importante, pero en un entorno en el que no dejan de crecer las exigencias de rigor y compromiso con unas audiencias que cada día tienen más herramientas para auditarnos”.

Bien se refiere Lafuente a que el panorama edifica elevados retos, entendiéndose que no hay espacio para los errores editoriales, frente a un público dotado de recursos para ventilarlos, saturado de información y sitios abundantes para servirse cuando quiera, dispuesto a hacer valer su criterio y opiniones variadas que ya no se pueden ignorar ni ocultar.

En las comparaciones del exdirector del diario español El Mundo, Pedro Ramírez, el periódico supera la importancia de su soporte, el papel, y a pesar de haber sido siempre usado, “esa tendencia desparecerá” (Eldiario.es, 2014).

Ramírez define el diario impreso como “un proyecto intelectual y una manera de mirar a la sociedad”, dejando entender que ese es su espíritu, al tiempo que vislumbra un futuro más próspero en el oficio, ya que se puede hacer buen periodismo con el nuevo soporte digital. "Estamos viviendo la paradoja de que cuanto más palpable es la información más medios de comunicación cierran".



Se reconoce en los foros, congresos y debates que la crisis de los medios impresos continúa su tendencia negativa casi a nivel global. Cifras resumidas en el artículo de La Prensa (2014) dan cuenta de la situación: 
Solo en España cerraron 197 medios de comunicación en cuatro años (2008-2012), según un informe de la Asociación de la Prensa de Madrid. En Estados Unidos, el sitio en internet newspaperdeathwatch.com lleva un inventario de los diarios que han claudicado. En Norteamérica y Europa, la circulación de los impresos ha caído 5.3% y 5.2%, respectivamente. Curiosamente, todavía crece en América Latina (2.6%) y Asia (1.5%).

La cronista y escritora Leila Guerrero, consultada por el diario Elfaro.net (2014), asegura que sí hay una crisis en los medios de comunicación, aunque no en el periodismo ni los periodistas. Guerrero, entre los pocos optimistas, cree que todavía los medios masivos tienen mucho por delante. Solo están pasando momentos de confusión porque notan la pérdida de lectores. La desesperación los ha llevado a mantener prácticas desacertadas. Por eso, a su parecer, “yerran en la manera de retener a los que no se les han ido, porque optan por las notas cortas y simples… Hay medios que están tratando a sus lectores como si fueran imbéciles”.

Sin embargo, el maestro de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, Miguel Ángel Bastenier, manifiesta su incredulidad realista sobre ambos entornos, papel y digital (FNPI, 2014):

El discurso más habitual es el de que el periodismo sigue vigente pese al advenimiento de la realidad on-line, que lo único que cambia es el soporte, el espacio electrónico en lugar del papel, e incluso haciendo gala de un considerable optimismo, que el papel y el digital pueden seguir su camino juntos en feliz colaboración. Pero yo no estoy del todo convencido de que la realidad sea tan geométrica; que el papel se halla en una situación gravísima está fuera de toda duda; son contados los diarios que ganan dinero y el digital aún no da verdaderos beneficios.


Ciertamente, en lo digital la brecha entre lo que escriben los periodistas y lo que leen los usuarios está muy clara actualmente, por lo cual es otro gran desafío, sujeto a la transformación de los géneros periodísticos para atizar la inmediatez.

El Internet permite a los usuarios decidir qué leer, ver y oír, a diferencia de las épocas cuya única opción era comprar el diario completo y separar la sección de deportes, de entretenimiento. Por ello, Pablo Boczkowski y Eugenia Mitchelstein, en entrevista publicada por el blogs Periodismo con futuro de Elpais.com (Pereda, 2013), afirman que “el desafío para los medios de comunicación ya resulta evidente en sus pérdidas económicas, la reducción de ingresos por publicidad ––exacerbada por la crisis económica–– y en la dificultad para retener una audiencia cada vez más dispersa”.

“El uso de los medios interactivos, especialmente entre las generaciones más jóvenes, invita a plantearse un cambio de paradigma para el periodismo” (Fondevila Gascón, 2008).

De acuerdo con éstos visionarios del periodismo moderno, podemos indicar que los próximos dos, cinco, diez, quince años, definitivamente serán cruciales para los diarios de papel, a la vez que para los digitales cuyo periodismo podría no superar el vacío inmediato, presionados por ser los primeros en divulgar y por la sed informativa y competitiva de sus propios usuarios, quienes también divulgan, al instante. Podría ser que esa inmediatez mantenga a los impresos como profundizadores de los hechos mediante la fuerza de sus géneros, como algunos lo están haciendo. Sin embargo, el tiempo de espera para que la situación se estabilice es demasiado y cada año de pérdidas es irrecuperable, mientras sigan cayendo los lectores y la publicidad.

Eso pone a los periódicos en la situación del gusano en el anzuelo. ¿Quién quiere comprar un periódico si lo puede leer en Internet? Las personas suelen decir ahora: “Leo las noticias en Internet”.

Y si el camino convencional se muestra sin salida, el avance imparable de la tecnología ––aliado y quizá villano–– inevitablemente exigirá más al periodismo digital, debido a la incursión de la llamada Web 3.0 que supone el alcance de la inteligencia artificial. Ya desde hace años las salas de redacción de periódicos tradicionales entendieron que responder cinco o seis preguntas para una entrada noticiosa podía hacerlo la secretaria o un niño llenando espacios, incluso robots. Esto llevó al perfeccionamiento de nuevos estilos que solo la inteligencia humana puede crear y en ello resultaron efectivos los otros géneros periodísticos, los cuales nunca han dejado de evolucionar.


La integración o fusión de la redacción convencional, a la sala digital, resulta entonces inminente, y ¡urgente!